En una Ciudad como la nuestra, con calles estrechas, abundancia de vehículos y lo peor una pésima educación vial, no es raro encontrarse embotellamientos como el de la foto.
Ese día llevaba mi cámara, vi a la niña sacando parte de su cuerpo y me dio la oportunidad para la foto.
Ella ajena a la impaciencia de los conductores,
miraba a los transeúntes, que andaban más rápido que los autos
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