Ayer se celebró un aniversario del Colegio militar de aviación y un grupo de pilotos brasileños expertos en acrobacias aéreas hicieron durante casi una hora una variedad de giros y otros movimientos peligrosos.
Por suerte se impuso la pericia y el estado de los aviones, pues hacer esos actos sobre una Ciudad con edificios y súper poblada es bien riesgoso.
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