Crecí leyendo las historias de Julio Verne, Emilio Salgari y el Robinson Crusoe de Daniel Defoe, entre otras muchas obras de este estilo.
Me identifiqué con el navegante del Nautilus, recorrí las islas del Caribe en un barco de piratas y me solidaricé con el solitario Robinson.
Cuando vi este coco, atrapado en el arrecife costero, me vino a la mente tan singular personaje y se me ocurrió que tal vez dicho coco era la reencarnación de Crusoe...
Atrapado en el arrecife, el coco lucha contra las olas que no le dejan volver al mar. |
Tal vez en su interior no esté el genio de Aladino, pero sí la reencarnación de Crusoe |
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