Carcomido por el salitre el hidrante reta a todos los transeúntes que día a día pasan por su lado.
Aun vivo y existo, es su mensaje permanente, ni el mar desafiante a mi espaldas puede destruirme, no tendré agua pero sigo vivo.
No se sí alguna vez funcionó, pero ni el tiempo impide que siga de pie. |
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