Alejandro Magno era una persona que usaba fragancias que cualquier habitación por la que pasaba la dejaba perfumada. No podemos imaginarnos qué tipo de perfume empleaba, mucho menos sí era una "marca" reconocida.
De seguro usted como a muchos cuando nos llega uno de esos perfumes de una mujer que nos pasa al lado, volteamos la cabeza para seguir recibiendo la fragancia. Tal vez en ese momento nos gustaría ser como Al Pacino en su memorable película "Perfume de mujer".
También esas fragancias nos hacen recordar aquella película "El perfume: historia de un asesino", cuyo protagonista se dedicaba a extraer la fragancia de cada una de sus víctimas.
La foto de hoy es de una flor que emite en la noches una excelente fragancia, se hace notar a varios metros a la redonda y perfuma sin asesinar y sin voltear la cabeza cualquier ambiente.
Internet nos regala todo, pero no la fragancia de esta flor. Le dejo a usted imaginarse dicho olor. |
Me has dejado con la duda de como será su olor... Un saludo.
ResponderEliminarLa idea de la foto es esa, que cada uno imagine su fragancia.
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