Sí de alimentación se trata hay quienes son capaces de comer y comer, mientras otros aprovechan lo necesario. Están los que se encariñan con un restaurante y son clientes permanentes como el caso de la saltamontes de la foto que encontró un precioso lugar con platos ricos en vitaminas, verdes intensos y absoluta tranquilidad.
Se instaló en el patio de mi casa, seleccionó una palmera que crece en una maceta, degustó la hoja de la palmera, siguió con otra parte de la misma y siguió así hasta que se llenó por completo y se fue a otra hoja.
Bendito restaurante con tanto alimento gratis, se dijo a si misma. Lo que no me gustó es que se fue sin pagar la cuenta y menos decir gracias. Tal vez pensó que a cambio de las fotos, no me debía nada y tuvo razón pues tengo otras fotos llenas de sensualidad, que publicaré mañana.
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